Nuestra Historia
HACEMOS MEMORIA AGRADECIDA
Frente a las perspectivas inmensas, dilatadas, del Pacífico, en Viña del Mar, se alza el cerro de Miraflores Alto, como un vigía.
Le rodean flores de todos los climas y una frondosa arboleda. Miraflores es un balcón abierto sobre la ciudad jardín y sobre el océano.
Es allí donde se encuentra enclavado nuestro Colegio, que este año cumple 60 años de vida. Este es el motivo para nuestra memoria agradecida.
En 1933, el Rdo. P. Bernardo Franco, sacerdote benedictino, incansable evangelizador de este cerro, proyectó la construcción de una iglesia erigida como memorial del XIX centenario de la Redención, dedicada al Santo Cristo. Dos años después, fue bendecida y consagrado su altar. Conocida como la Iglesia de Piedra.
Junto a ella fue agrupándose un importante núcleo de población obrera que trabaja en el llano de Valparaíso.
El amor a estas almas despertó en el corazón del Rdo. P. Bernardo la idea de una escuela profesional donde, a la sombra del Divino Redentor, se formarán aquellos niños no sólo en el aspecto religioso, sino también en el profesional y técnico, que les permitiera situarse bien en el mundo del trabajo. Así nace en 1952 la Escuela básica profesional a la que, en 1959, se agregó una Escuela-Taller (modas y tejidos para las niñas y mecánica y carpintería para los varones). A fines de 1962 recibió aprobación oficial como “Escuela Técnica Nuestra Señora de Lourdes”.
Para su proyecto educativo, el P. Franco eligió una divisa: “Que los hijos de obreros sin oficio, sean obreros con oficio”.
De paso por Viña, otro sacerdote benedictino, que conocía a las Hermanas de la Sagrada Familia, sugirió al P. Franco que se comunicara con la Madre Visitadora residente en Buenos Aires para solicitar la colaboración de una comunidad religiosa, Así lo hizo y la respuesta afirmativa fue inmediata. Sería la segunda fundación en Chile.
El 3 de marzo de 1958 llegan las dos primeras religiosas, Madre Mercedes Páez y Madre María Dolores Aguilar y unos días más tarde, las restantes componentes de la comunidad, Madres Elvira Escobio y Visitación Lorenzo. En ese momento la gruta de la Virgen de Lourdes, la vivienda de las religiosas y un grupo de cuatro aulas en el primer piso constituyen las instalaciones de la Escuela básico-profesional en la que se imparte enseñanza primaria con orientación vocacional. Su objetivo permanece invariable: darles un oficio a los hijos de los obreros de la zona.
A partir de 1969, el centro dio un gran paso, transformándose en el Instituto Comercial “Nuestra Señora de Lourdes”, secundario femenino, que otorgaba el título de Secretaria administrativa. Por un posterior cambio de planes y programas, el título pasó a ser Secretaria ejecutiva.
A medida que crecía el número de alumnas se habilitaban nuevas aulas en el limitado recinto alrededor de la Iglesia de Piedra, ampliando el Instituto Comercial. No obstante, la atención a la enseñanza primaria seguía siendo una necesidad que esperaba respuesta.
Con este fin, en octubre de 1969 comenzaron a construirse, en los terrenos de la Cantera, pabellones de una sola planta y de materiales muy livianos, pero resistentes, para aulas y demás dependencias.
En 1972, esta escuela con 800 alumnos fue reconocida oficialmente como Escuela Básica N° 227 “Nuestra Señora de Lourdes”. En 1983 se agregó la educación parvularia, con funcionamiento de un Pre-Kínder y tres Kínder.
Tanto la escuela primaria como la secundaria, junto con la Iglesia de Piedra, en setiembre de 1978 pasaron a ser propiedad de la Congregación de la Sagrada Familia por la generosa donación de los padres Benedictinos.
Las actividades extraescolares, pedagógicas y pastorales, se han visto siempre muy apoyadas por el profesorado y los apoderados, secundando el desarrollo del Ideario en toda su amplitud.
En junio de 1999, las Hermanas de la Sagrada Familia, que hacen presente el carisma de la Beata Ana María Janer decidieron darle al establecimiento el nombre de su Funda dora y desde entonces nuestro colegio se llama “Ana María Janer”.
La enseñanza media es mixta con dos modalidades, Humanista y Técnico Profesional. Actualmente por un convenio con el DUOC de todo el país nuestros egresados del Técnico Profesional pueden homologar asignaturas en las carreras de Administración.
Al cumplir 64 años educando niños y jóvenes, expresamos nuestro agradecimiento al Padre Bernardo Franco y con él a los Padres Benedictinos, con la certeza que han recibido el ciento por uno por su generosa y fecunda labor evangelizadora.
La comunidad educativa renueva su compromiso de hacer presente y operante el carisma de la Beata Ana María Janer. Según su ejemplo, queremos ser una comunidad abierta y sensible que, desde la caridad hecha servicio misericordioso, contribuye a hacer posible la civilización del amor.